Siendo ejemplar.

 Todo cayó en el olvido como aquella vez.

Hoy me he adjudicado una nueva y valiosa lección sobre todo lo que necesito hacer en mi vida para dirigirme allá donde quiero.

Ser leal a uno mismo, muchas veces damos el brazo a torcer para agradar y que nos quieran, y como alma solitaria entiendo perfectamente eso, más de una vez me he encontrado amor allá donde jamás debería mirar.

Esperar enamorar a un Narciso o al mismo diablo y ofrecerte en sacrificio por ello. Suena a que acabará trágicamente.

El caso es que como un bendigo últimamente me encontraba buscando cariño revolviendo en los despojos del vertedero, creyendo que no puedo encontrar nada mejor, y a veces las circunstancias son las que son y no sabes como pero estas ahí, sí ahí abajo, has perdido todo y solo quieres una palmadita en el hombro que te recuerde que eres el príncipe mendigo.

Pero te enfermas por comer algo en mal estado, y entonces duele y te retuerces, pero a veces necesitamos comer lo que sea, sin embargo tal vez esto sea así si eres un sin techo pero cuando se trata de amor, hay un manantial infinito en ti que a veces no lo puedes ver por la niebla, entonces cuando eres consciente de dicha verdad y aún así pruebas veneno te sientes que te has traicionado a ti mismo.

Y creedme es el sentimiento más desolador que puedas tener, el haberte fallado, por miedo, por soledad por lo que sea. Y ahí estás herido preguntando te si era necesario infringirse semejante dolor.

Pero sobre todo pienso en toda esa gente como yo que guiada por el miedo a la soledad, o a que la juzguen se adentra ahí y me sentí en el deber de dar ejemplo, siempre he sido un pionero y me adentrado en auténticos infiernos mucho antes que muchos otras, he visto muchos demonios mirarme fijamente a los ojos, y siempre he salido adelante de alguna forma, soy el farol que abre el camino a lo desconocido si yo me apago esos ojillos que me siguen en la distancia se perderán en la niebla.