Clon

 Marla y mi clon. Esto pasó tiempo atrás pero hoy me atraveso la cabeza como un rayo.

Marla siempre despierta lo peor de mi, y eso le encanta, creo que así se siente más segura de sus estupidos actos.

Las últimas palabras que escuche de ella fueron, no podemos ser amigos, no quiero verte más, después que yo le dijera lo mismo tiempo atrás, y quedaramos hace un par de meses para no se muy bien a que, ella volvió a aparecer y a mi me pico la curiosidad.

Y allí estaba con un vodka con cola, sentado en su cuarto muy calmado, apenas sin sentimientos. Apenas allí, viendo el mismo teatrillo que había visto por tres años.

No puedo amar a nadie, yo solo quiero follar, dijo-.

Y yo pensado si Marla, ya lo sabemos, pues quitate la ropa y acaba con la murga.

Sus ojos centelleban parecía que iba llorar, decía que ella no era así pero ya estaba muy perdida había algo en ella que la controlaba, ella y sus demonios.

Cuantas veces quise salvarla de si misma, ahora solo la veia muy de lejos, sabiendo que era verdad lo que decía pero no iba a hacer nada por ella salvo saciar mi propia hambre.

Marla empezo a hablarle de otro hombre, con un aspecto fisico muy similar a mi que también era artista, al parecer llevaba un tiempo viendo a ese chico, pero había vuelto a hacer de las suyas, a ignorar a esa pobre persona y hacerla sufrir, decia que el chico le escribía pero que ella ya no le apetecía hablar.

Como le gustaba enganchar a la gente hasta que perdieran la puta cabeza.

Me enseño el cuadro que le había pintado allí estaba colgado, me decía que mucha gente había preguntado quien lo había hecho y ella les decía que callaran la puta boca.

Me alegro que al menos reconociera una de mas muchas cosas que habia hecho por ella, pero no me agito demasiado, como bien le dije por mi podía quemarlo. Una vez dado ya no era mi asunto.

Me dijo que esa pobre alma quería darle tambien un cuadro como yo hice, me reí friamente.

Y luego pensé pobre alma, pobre persona que ahora es la victima que yo fui.

pero ya no era una victima más, en aquellos momentos ya me había entregado de lleno a no sentir nada.

Marla se quedo allí como de costumbre yo me fui, entre la noche borracho y apidiandome de su pobre victima.

Se me paso al rato.

Y luego unos meses después aparecería un rayo de sol, que agitaría en unas semanas mi centro. Y levantaría todos los mecanismos que había aprendido de supervivencia para protegerme de gente como Marla.


Comentarios

Entradas populares