Demonio

 Hoy no hablaré con apodos, hoy hablaré claro.

No enrevesamientos literarios, juegos de palabras y mezcla de imaginación y realidad.

Dicho esto dejadme remangarme los brazos y comenzar.

Lo primero, la reflexión del día.

A veces es mejor no tener la respuesta.

Hubo algo estos tres años pasados que me rompió como ser humano.

Empiezo a ser consciente del daño ahora, claro que sufrí pero no me di cuenta cuan doloroso fue hasta que me encontré teniendo ataques de pánico a situaciones sencillas. A situaciones que no creía posible que me produciesen tal desbordamiento físico y mental.

No hablo de mi difícil proceso y la decisión que tuve que hacer.

Hablo de enamorarse de alguien que se había perdido tanto que ya no había ni hay forma de recuperarlo.

Bajo una conversación con alguien recientemente pude entender más cosas del rompecabezas.

Y como la gente que se droga llega a tal nivel de deshumanización extrema cuando son adictos que dejan de ser humanos.

Muchas veces pensé que la crueldad de esa persona venía por naturaleza no sé si resultó un alivio o no, descubrir que provenía de la perdida de si mismo.

Cuando amas a alguien influenciado por las sustancias no siempre se está en la misma realidad y es algo que nunca me percate hasta hoy.

En ese cuerpo habitaban diferentes personas extremamente opuestas.

Una vez leí que cuando la gente está bajo sustancias son sus demonios los que los controlan, no sé hasta qué punto eso es cierto.

Pero a veces desde un punto poético puedo decir que a veces juraría que un demonio se iba haciendo con el control de esa persona.

Él me lo dijo muchas veces como había perdido su alma y como ya quién había sido cada vez estaba más silenciado hasta apenas no existir, juraría que alguna vez vi esa persona pero era fugaz un destello que perseguía y que desaparecía rápidamente.

Rogaba porque volviera pero la mayor parte del tiempo estaba en contacto con su otro yo, cruel y deshumanizado.

Si alguna vez me amo o si no lo hizo no lo se y nunca lo sabré y siento que es mejor no hacerlo.

A veces la gente se pierde para siempre y no hay nada que podamos hacer más que irnos y seguir nuestro camino.