Jules Firence & me.
No os hacéis ni una remota idea de lo agradecido que estaba de estar en casa ya, ha sido todo una odisea llegar hasta aquí. De verdad a veces esta ciudad parece que es como una ratonera gigante y yo soy estupido y muy perdido ratón en ella.
Todo empezó con Jules, Firence y yo en la estación central, listos para disfrutar del viernes, nos cogimos el tranvía, nos compramos unas coronas y Jules nos guió por el pulmón de la ciudad ( el parque más grande que tenemos) a un rincón en medio de un lago bajo un sauce llorón escondidos sentados en unos troncos ligeramente inestables pero asombrosamente bucólicos, me sentía como en los Goonies, una tarde de verano entre naturaleza con mis nuevos amigos, aunque ellos eran realmente jóvenes para saber de que película les hablaba, Jules le dio la impresión de ver un tiburón en el agua y nos reímos porque Firence se acababa de tatuar uno.
Cuando empezó a anochecer nos fuimos a un antro punk que había sido una vieja escuela, me recordó mucho a los locales abandonados que había en Lisboa y que utilizaban como locales de fiesta, el concierto rozaba lo familiar pero los punks siempre han sabido mover el esqueleto y Firence es de esos que le gusta estar en medio del pogo así que yo que me apunto a lo que sea, allí estaba yo recibiendo codazos y repartiéndolos como en el día de nochebuena y Jules por momentos se atrevía pero otros se apartaba sin dejar de agitar la cabeza, en uno de los pogos acerté a ver a Jules de un lado a otro moviendo la cabeza entusiasmado, y me percate de lo atractivo que me parecía, si puede suene a una de estas mierdas que escriben las adolescentes de romances gays, pero me apeteció horrores besarlo, no podría decir al 100% que me gustan las chicas porque no es verdad, me suelen gustar más pero me han gustado hombres, pero normalmente la linea de lo conocido no la sobrepasan, es decir que es gente ramdom que viene y va no me suele pasar que un amigo me atraiga fuertemente, así que yo entre los empujones y mi mente de borracho estaba algo aturdido.
He de decir que mis nuevos amigos son realmente atractivos, Firence es holandés un poco más alto que yo, de piel negra y ojos marrones y lleva el pelo mitad rubio mitad rojo, esta bastante tatuado y hoy por ejemplo venía con una correa de perro y una camiseta rota de asas negras, Jules es ruso, es de mi estatura, ojos azules y cara andrógina con el pelo un poco largo, tiene una cara muy dulce y femenina pero también una mandíbula muy masculina, parece como tímido o ensimismado pero realmente es jodidamente avispado y lleno de carácter y según él es el normal de nosotros, pero yo le digo que no, con sus zapatos de escritor, pantalones de pana una camiseta naranja y una enorme camisa, tenía ese aire bohemio como de escritor maldito. En el descanso empezamos a hablar de montar una banda de punk y las ideas fluían como locas. Fue realmente asombroso pero Jules tenía que madrugar y yo volver a casa ( ya sabéis que vivo muy lejos)
Y aquí empieza todo, Jules y Firence viven en el mismo edificio así que se fueron juntos y yo me cogí un tranvía para la estación central, para ahí coger un tren y luego de ahí un autobús, pero cogí el tranvía en dirección errónea y acabe en la otra punto de la ciudad. En una zona residencial pobre, bastante acojonado así que saque mi teléfono para ver que demonios hacer, 16% de batería y yo pálido camino 15 minutos hasta una parada con un tranvía que me lleve a central, me siento en la parada y la zona es aún mas espeluznante, tengo que esperar otros 15 minutos a que vengan solo en la parada con una diana de podéis robarle a este tonto del tamaño de la luna, después de unos de los 15 minutos mas largos de mi vida cojo el chisme ese, y me toca pagar de nuevo, mi tren sale a las y 10, y este chisme llega a la estación a y 4, bueno es justo pero llegare pienso yo inocentemente, son y 6 y aun no hemos llegado, llegamos a y 8 y corro como si me persiguiera satanás, lo cojo por un segundo, pero en el tren una vez sentado mientras jadeo empiezo a sentir que quiero vomitar, después de un mal rato intenso llegamos a donde tengo que coger el bus, me bajo y ni idea donde es, y sale en 5 minutos al final desesperado lo encuentro, el bus va lleno de personajes nocturnos, cada uno más raro que el anterior, llegamos a mi pueblo y aún me quedan 20 minutos andando hasta casa pasan dos borrachos en bici y se estrellan ante mis narices, como veo que siguen vivos y enteros continuo con mi travesía, mientras veo las estrellas y pienso es todo tan estúpido y tan mágico a la vez. Llego a casa me quito las nike, me desnudo, me pongo a escribir esto, me dispongo a cerrar el ordenador después de vomitarlo todo pero un segundo antes de cerrar la pestaña pienso en Jules.
Todo empezó con Jules, Firence y yo en la estación central, listos para disfrutar del viernes, nos cogimos el tranvía, nos compramos unas coronas y Jules nos guió por el pulmón de la ciudad ( el parque más grande que tenemos) a un rincón en medio de un lago bajo un sauce llorón escondidos sentados en unos troncos ligeramente inestables pero asombrosamente bucólicos, me sentía como en los Goonies, una tarde de verano entre naturaleza con mis nuevos amigos, aunque ellos eran realmente jóvenes para saber de que película les hablaba, Jules le dio la impresión de ver un tiburón en el agua y nos reímos porque Firence se acababa de tatuar uno.
Cuando empezó a anochecer nos fuimos a un antro punk que había sido una vieja escuela, me recordó mucho a los locales abandonados que había en Lisboa y que utilizaban como locales de fiesta, el concierto rozaba lo familiar pero los punks siempre han sabido mover el esqueleto y Firence es de esos que le gusta estar en medio del pogo así que yo que me apunto a lo que sea, allí estaba yo recibiendo codazos y repartiéndolos como en el día de nochebuena y Jules por momentos se atrevía pero otros se apartaba sin dejar de agitar la cabeza, en uno de los pogos acerté a ver a Jules de un lado a otro moviendo la cabeza entusiasmado, y me percate de lo atractivo que me parecía, si puede suene a una de estas mierdas que escriben las adolescentes de romances gays, pero me apeteció horrores besarlo, no podría decir al 100% que me gustan las chicas porque no es verdad, me suelen gustar más pero me han gustado hombres, pero normalmente la linea de lo conocido no la sobrepasan, es decir que es gente ramdom que viene y va no me suele pasar que un amigo me atraiga fuertemente, así que yo entre los empujones y mi mente de borracho estaba algo aturdido.
He de decir que mis nuevos amigos son realmente atractivos, Firence es holandés un poco más alto que yo, de piel negra y ojos marrones y lleva el pelo mitad rubio mitad rojo, esta bastante tatuado y hoy por ejemplo venía con una correa de perro y una camiseta rota de asas negras, Jules es ruso, es de mi estatura, ojos azules y cara andrógina con el pelo un poco largo, tiene una cara muy dulce y femenina pero también una mandíbula muy masculina, parece como tímido o ensimismado pero realmente es jodidamente avispado y lleno de carácter y según él es el normal de nosotros, pero yo le digo que no, con sus zapatos de escritor, pantalones de pana una camiseta naranja y una enorme camisa, tenía ese aire bohemio como de escritor maldito. En el descanso empezamos a hablar de montar una banda de punk y las ideas fluían como locas. Fue realmente asombroso pero Jules tenía que madrugar y yo volver a casa ( ya sabéis que vivo muy lejos)
Y aquí empieza todo, Jules y Firence viven en el mismo edificio así que se fueron juntos y yo me cogí un tranvía para la estación central, para ahí coger un tren y luego de ahí un autobús, pero cogí el tranvía en dirección errónea y acabe en la otra punto de la ciudad. En una zona residencial pobre, bastante acojonado así que saque mi teléfono para ver que demonios hacer, 16% de batería y yo pálido camino 15 minutos hasta una parada con un tranvía que me lleve a central, me siento en la parada y la zona es aún mas espeluznante, tengo que esperar otros 15 minutos a que vengan solo en la parada con una diana de podéis robarle a este tonto del tamaño de la luna, después de unos de los 15 minutos mas largos de mi vida cojo el chisme ese, y me toca pagar de nuevo, mi tren sale a las y 10, y este chisme llega a la estación a y 4, bueno es justo pero llegare pienso yo inocentemente, son y 6 y aun no hemos llegado, llegamos a y 8 y corro como si me persiguiera satanás, lo cojo por un segundo, pero en el tren una vez sentado mientras jadeo empiezo a sentir que quiero vomitar, después de un mal rato intenso llegamos a donde tengo que coger el bus, me bajo y ni idea donde es, y sale en 5 minutos al final desesperado lo encuentro, el bus va lleno de personajes nocturnos, cada uno más raro que el anterior, llegamos a mi pueblo y aún me quedan 20 minutos andando hasta casa pasan dos borrachos en bici y se estrellan ante mis narices, como veo que siguen vivos y enteros continuo con mi travesía, mientras veo las estrellas y pienso es todo tan estúpido y tan mágico a la vez. Llego a casa me quito las nike, me desnudo, me pongo a escribir esto, me dispongo a cerrar el ordenador después de vomitarlo todo pero un segundo antes de cerrar la pestaña pienso en Jules.
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