Un domingo cualquiera

 Carta sobre una mañana de domingo.

Toda la noche hablando, bromas que solo nosotros entendemos.

Fue una noche genial, pero el sentimiento es un poco amargo.

A veces conocemos personas maravillosas que no se pueden quedar.

Y nos quedamos con el momento.

Es extraño saber que no volveré a verte.

Suena injusto porque sentí como si te conociera de toda la vida.

No creo que vivas lejos sea el problema, si no que es triste ver que la gente tiene tanto miedo a enamorarse que sale corriendo.

Siento que podríamos enamorarnos.

Pero firmamos un contrato que decia nada de sentimientos.

Siento que duele saber que lo bueno nunca puede perdurar.

Pero quizá sea mejor así que conocernos y decepcionarnos, quedarnos con el buen recuerdo que aún permanece.

Ya he vuelto a fumar muchísimo otra vez y perder la tarjeta de crédito

Y esa pareja de gays que nos paro para decirnos que éramos la pareja mejor vestida que había pasado por ahí.

Mitad indio mitad negro, hablando de lo bonitos que serían nuestros hijos.

Algunas cosas solo pueden ser como estrellas fugaces que pasan y se van

Maldigo mi mala suerte

Y las telarañas del balcón brillan, dijiste que me escribirías pero siento que es mejor que no lo hagas.

El frio de Amsterdam combinado con el sol.

Supongo que debía dejar salir mis sentimientos antes de enterrarlos y olvidarme de lo que pasó esa noche