I love it and hate It in the same time

 Estaba sentado en el balcón rodeado de la oscuridad de la noche.

Una tímida farola en la calle, que apenas iluminada nada. Entre esa oscuridad podía ver tu silueta como aquella tarde que te asomabas al balcón mientras yo estaba sentado en el mismo lugar en el que estoy ahora.

Cuando mis ojos se adaptaron a la oscuridad pude ver que ya no estabas ahí.

Ayer casi hago una de mis estupideces que hago cuando bebo. Tengo que resistir.

No se lo he dicho a nadie, pero continuo hacia delante sabiendo que tendré que vivir para siempre con este sentimiento. Sigo por la inercia, pero con una brecha que nunca se cierra.

He pensado que lo había dejado atrás un millón de veces, pero nunca desaparece, y acepto el hecho que he de seguir cargando esto hasta que me muera.

Mi vida sigue, pero dentro de mi, nunca desapareces. Muchas otras veces creí que el dolor se había disipado pero eres una herida que nunca se cura.

Mis funciones motrices funcionan, dicen que puedo seguir con una vida normal, pero dentro de mi todos saben que siempre cargaré esto.

He redimido mis pecados, nada me atormenta, he hecho las paces con mi pasado.

Pero esta historia es diferente, y la vida sigue, y yo sigo caminando hacia delante pero nunca nada volvió a ser lo mismo, cuántas veces me encuentro pensando en ti, soñando contigo, estoy maldito, destinado a cargar este peso, de amarte y saber que nunca podré tenerte.

No hay nada que pueda que hacer, lo acepto, pero eso no lo hace más fácil.

Algo arde en mí, un latigazo en el pecho, toda mi sangre se dispara por mis venas, como caballos en una carrera, se expande y se me contrae el pecho, siento que no puedo soportar lo que siento, pero no hay nada que pueda hacer, así que después de sentirme miserable retomo mi vida normal rogando que no vuelva otro pensamiento intrusivo hacia ti.

Poniendo a prueba mi resistencia 



Comentarios

Entradas populares