Falta un mes y medio para mi treintena, y me siento desubicado, sé lo que quiero y lo veo en la lejanía pero no puedo llegar hasta allí, hay un vacío dimensional que me impide llegar ahí como un fallo en la matrix, y veo al otro lado la gente que ha llegado hasta allí saludándome con la mano, y yo me empiezo a inquietar como cuando a mi perro se le enredaba una pata en la correa y no era capaz de quitarla. Ansioso y frustrado.

A veces me siento como atrapado en un espejismo, da igual lo mucho que camine hacía la meta no hay progresión y cuando parece que lo toco con los dedos no es suficiente la cercanía para alcanzarlo.

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