CARTA A LOS 30 AÑOS: El Homenaje
Cuando abriera está carta contaba con haberme muerto, durante mi juventud siempre pensé que moriría a los 27 y como muy a tardar a los 30, pero como no es el caso pues me toca escribirla y continuarla hasta que por algún motivo cósmico mi existencia toque fondo con un punto y final.
Treinta años, uf, asusta solo con escribirlo, suena potente, suena como que ya debería estar todo asentado claro y funcionando. Curiosamente no es así, estos 30 años de vida han sido como estar siendo arrastrado por la corriente de un río intentando nadar por salir a flote sin tener ni puta idea hacía donde desemboca el dichoso río.
Así ya cumplo el primer punto para estresarme como cumpleañero, no tener nada atada ni clara mi existencia, con veinte eres joven ya lo descubrirás pero con treinta no lo eres, eres adulto debes estar desarrollado o desarrollándote en viento y popa y a toda vela con un rumbo fijo.
Después de esos calores, desecho el debería y me quedo conmigo a solas, y me digo quizá no tengo pruebas palpables de mi progreso, pero recuerdo ser rematadamente estúpido y ciego y ahora mi mente se expande un poquito más allá, ahora me caigo mucho mejor y considero que estoy bastante bien en todos los ámbitos, yo y yo nos vamos entendiendo y dejamos de caminar en sentidos contrarios haciendo que mi existencia se sienta un error.
Durante casi todos estos años me he sentido como una basura cósmica que iba dando tumbos por el universo y que merecía ser destruida, actualmente ese sentimiento se disipa para abrazar el hecho de que aquí estoy, así que allá vamos a donde sea que se tenga que ir, ya no me cuestiono si soy basura o un tesoro que no es apreciado, simplemente soy yo. Intentando ser lo más yo que puedo.
Y quizá lo que más me arrepiento en todos estos años es no haber sido más yo en muchas ocasiones, por miedo, supongo que no me habría cortado tanto viendo que soy más feliz dejándome ser y asumiendo cuando me equivoco al igual que cuando acierto.
Ojalá hubiera sido yo más a menudo y manojo de miedos y nervios, en estos 30 años he hecho pocas y muchas cosas, nada cósmico como escalar Everest, ningún logro fuera de lo común, pero si he sido jodidamente humano, he llorado, he reído, he odiado, he amado, he cometido errores, he sido cruel, he sido benevolente, he sido estúpido, he sido perspicaz, he crecido, he errado, he hablado mucho y poco...
Nunca se acaba la lista creo yo. En fin que no está mal, que sigo aquí que no se como sigue la historia pero se esta poniendo interesante.
Treinta años, uf, asusta solo con escribirlo, suena potente, suena como que ya debería estar todo asentado claro y funcionando. Curiosamente no es así, estos 30 años de vida han sido como estar siendo arrastrado por la corriente de un río intentando nadar por salir a flote sin tener ni puta idea hacía donde desemboca el dichoso río.
Así ya cumplo el primer punto para estresarme como cumpleañero, no tener nada atada ni clara mi existencia, con veinte eres joven ya lo descubrirás pero con treinta no lo eres, eres adulto debes estar desarrollado o desarrollándote en viento y popa y a toda vela con un rumbo fijo.
Después de esos calores, desecho el debería y me quedo conmigo a solas, y me digo quizá no tengo pruebas palpables de mi progreso, pero recuerdo ser rematadamente estúpido y ciego y ahora mi mente se expande un poquito más allá, ahora me caigo mucho mejor y considero que estoy bastante bien en todos los ámbitos, yo y yo nos vamos entendiendo y dejamos de caminar en sentidos contrarios haciendo que mi existencia se sienta un error.
Durante casi todos estos años me he sentido como una basura cósmica que iba dando tumbos por el universo y que merecía ser destruida, actualmente ese sentimiento se disipa para abrazar el hecho de que aquí estoy, así que allá vamos a donde sea que se tenga que ir, ya no me cuestiono si soy basura o un tesoro que no es apreciado, simplemente soy yo. Intentando ser lo más yo que puedo.
Y quizá lo que más me arrepiento en todos estos años es no haber sido más yo en muchas ocasiones, por miedo, supongo que no me habría cortado tanto viendo que soy más feliz dejándome ser y asumiendo cuando me equivoco al igual que cuando acierto.
Ojalá hubiera sido yo más a menudo y manojo de miedos y nervios, en estos 30 años he hecho pocas y muchas cosas, nada cósmico como escalar Everest, ningún logro fuera de lo común, pero si he sido jodidamente humano, he llorado, he reído, he odiado, he amado, he cometido errores, he sido cruel, he sido benevolente, he sido estúpido, he sido perspicaz, he crecido, he errado, he hablado mucho y poco...
Nunca se acaba la lista creo yo. En fin que no está mal, que sigo aquí que no se como sigue la historia pero se esta poniendo interesante.
Comentarios
Publicar un comentario