Mudanza de piel

He estado un poco apartado de mis queceres, en referencia a venir aquí y vomitar cosas, como ejercicio creativo para agudizar mi prosa escrita.

La semana pasada gozó de una intensidad tan abrupta que me sentía con el estomago revuelto la mayor parte del tiempo, una sensación no muy agradable, exactamente igual que cuando te bajas de un montaña rusa. Estas como débil, las piernas no se mantienen, te encuentras entre ido, mareado y demasiado excitado por el subidón de adrenalina. Y cada paso que das el mundo baila contigo de forma poco gentil.


Al final lo peor que podía haber pasado, en cuestión a mis expectativas románticas, sucedió. Todos los miedos infundados, se cumplieron casi como una profecía. Y no fue ni tan malo, fue peor pensar que podía pasar y preocuparme por ello que simplemente pasara. Una vez la bomba me explotó en la cara, y después de apenarme de forma humana y natural, apenas sentía que el rechazo fuese conmigo, era como si de repente entendiera de alguna manera que las cosas pueden salir mal y que no es para tanto, que fustigarse es un extra topping que tu eliges si ponerlo o no en la situación, si no te gusta el helado con sirope de fresa, nadie te obliga a ponerlo.

Así que me he dedicado a sobrellevar lo que suelen llamar el duelo, y al igual que una serpiente, estuve mudando mi piel toda esta semana, recogiendo viejas creencias y transformarlas durante el proceso.

a veces pienso que para las serpiente mudar la piel tiene que ser incomodo e incluso doloroso, o al menos la clase de impresión que tengo asociada a lo que yo siento cuando me transformo.






Lo bueno de todo esto, es que la intensidad produce más intensidad y cuando mi hermano vino a visitarme estábamos tan envueltos en esa aura, que las conversaciones se volvieron certeras como flechas.

No conseguí lo que quería, todo lo contrario, pero la calma atronadora que reinaba en mi vida en este momento se hacía tan consciente y poética que por primera vez en mi vida, sabia que no quería que hubiera sido de otra manera.

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