El hombre que se tiro a las vías del tren


Antes de empezar a escribir esto me gustaría que mi amable lector se parara por un segundo a leer esto alejado de cualquier prejuicio de cualquier tipo o asustado/preocupado por la salud mental del escritor, en este caso yo mismo.

Desde una edad muy temprana como cualquier ser vivo he sentido fascinación,respeto y miedo a la muerte, lo cierto es que aunque la muerte siempre nos acompaña sea en forma de un tío, un compañero de sexto, un famoso, un vecino o tu mascota, en mi vida nunca ha calado demasiado hondo y por ello a veces me he sentido culpable o insensible, aunque es cierto que he vivido la muerte de algún familiar nunca hubo un vinculo grande más allá del hecho de ver a esa persona en ciertas celebraciones protocolarias intercambiar saludos, de como estas, que haces, que estudias y poco más.
Esas formalidades apenas pueden permanecer cuando constantemente las vives día a día de una forma automática, casi completamente insustancial.

Sin embargo desde muy joven la idea del suicidio siempre ha formado parte de mi, al principio como solución al sufrimiento de un adolescente que no acaba de encajar correctamente y luego como curiosidad a la reacción de todas las personas que me conocían en ese momento, me imaginaba a todos llorando y eso me enfadaba, ya que en mi vida la mayoría no se habían parado mucho en tratarme como yo comprendía que era correcto, así que me enfadaba pensando en las pomposidades de los funerales la gente fingiendo pena, cuando yo en parte sabia que sentirían lo que descrito en el párrafo anterior, un sutil viento azotando sus caras y la oportunidad de darles algo que hablar durante unos días.

Cuando crecí, empecé a asumir la poca importancia que tendría el día de mi muerte y se volvía una fantasía recurrente en aquellos momentos de profundo estrés y depresión, me agarraba a ello porque en aquellos días negros con la depresión anclada en mi espalda me dolía mi propia existencia, me dolía tener que seguir respirando y una serpiente con púas afiladas desfilaba por mi pecho como una anguila eléctrica impidiéndome apreciar nada que no fuese el hecho de dormir por la eternidad.

Hubo una vez que en dolor era tan intenso, y yo era una herida andante que me metí en la bodega con todas las herramientas de mi padre, buscando el hacha de cortar la leña y después de agarrarla unos segundos rompí a llorar me arrastré hasta casa de nuevo y me metí en cama.
Nunca he tenido el valor, la mayoría de las veces tengo esperanza de que las cosas mejoren y cuando no la he tenido como aquel día pienso en mi familia.

Hubo un día cuando la confrontación paternal era constante en mi adolescencia que me escape una sola noche de casa y cuando volví mis padres casi habían llamado a la policía y madre se había deshecho en lagrimas aquel día me sentir el ser mas miserable del mundo.

Así que cuando pienso en suicidio me acuerdo de ese día y como les jodería la vida a mis padres y a mi hermana, mis amigos lo superarían y aunque mi familia con el tiempo también creo que sería como dejarle un enorme marrón de mierda en sus vidas, un peso una carga que es mía con la que tendrían que vivir eternamente hasta que se murieran también.

Algo así como montar una fiesta REALMENTE SALVAJE y que todo el mundo se pire dejando a los propietarios los cuales no organizaron la fiesta recoger todo el desastre, sé que la apreciación puede que irrite a mas de uno pero yo diría que es algo así pero a lo grande.

Creo que por eso no lo hago y no he estado realmente cerca de ello, el otro día me dio por pensar, si lo sé a quien le da por pensar lo que voy a contar, pues a mi.

El caso es que se me ocurrió ponerme en la situación si alguien a quien amo, como mis padres o hermana, amigos se suicidaran y pensé que horrible, me enfadaría tanto con ellos,y entonces entendí que no me gustaría hacerles eso.
Malditos vínculos emocionales, el caso es que sin vínculos yo me pierdo el respeto con una facilidad asombrosa así que es posible que ya lo hubiera hecho, o no.
A veces creo que es mas complejo que quererse o no quererse, hay muchos motivos y a la vez ninguno en concreto que lleva hacía allí y todos buscan lo mismo terminar con esto, descansar y punto.
Aunque tampoco voy a hablar por hablar, seamos justos.

Soy consciente que cuando comento algo así en la confianza y el calor de un circulo próximo el tema se vuelve sombrío, la gente se pone entre seria y tiesa y siento la incomodidad en el ambiente.
Hay gente que no se le pasa ni por un segundo esto por la cabeza pero hay otra gente como yo que lo pensamos alguna vez, de vez en cuando o como yo en mis épocas malas muy a menudo.

Se vuelve una forma practica de enfrentarse a algo que se hace muy grande, hay gente que prefiere canalizarlo en los demás, siendo un violador, un jefe que abusa de su poder, un asesino o cliente enfadado que chilla por todo en todas las tiendas que compra, todos son gente herida, pero el suicida decide que se va él de la fiesta, que los demás hagan lo que le salga de los huevos, pero el ya ha tenido su ración de sufrimiento y punto, aunque se que para muchos la solución sea enfrentarse a la vida y luchar.
Pero cuando todo se sobrepasa, de una forma que hay gente que no experimenta jamás en su vida, cuando no se trata de caerse o levantarse si no que no paras de caer por un agujero interminable en el que sabes que solo hay un final, corres a ese lugar diciendo que desafías las leyes del todo y que por Dios solo quieres descansar y adelantarte a lo que ya sabes que va a pasar. Aunque sabes que en la pagina 120 del libro decides ya pasar a la 387 y acabar da igual lo que tenga que contarte ese libro el sufrimiento de leerlo es tan grande que decides que la página en blanco es tu oasis en el desierto.
Que solo quieres que todo deje de girar como una puta centrifugadora que te arrastra a un abismo peor que saber que Albert Camus tenía razón y todo es negro y frío en el más allá.

Ya te la sopla tanto que sabes que es más doloroso respirar un día más que tirarte a las vías del tren y acabar siendo un puré de cosas internas y pringosas.

EN MEMORIA AL HOMBRE QUE SE TIRO A LAS VÍAS DEL TREN HOY 31/03/2018

-Espero, amigo que hayas encontrado la paz-

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