Fascinado

Los mecanismos y entresijos de la mente humana no dejan de empalidecerme y ensombrecerme

la mente humana es como un parásito complicado de convencer para que no se alimente de ti hasta la muerte.

Al final como todos los parásitos llega un punto que la avaricia le acaba tentando por dejar a su victima demasiado débil, incluso a acabar con ella.

Es un juego macabro, ya una mente bien disciplina es una herramienta útil, pero al igual que un cuchillo puede serte muy útil para liberarte de una atadura o realmente acabar con tu vida o con la de cualquiera.

La mía como todas tiene su propio tópico y la presión conjugada con la prisión de mantener las formas, un mecanismo limitante enfermizo que sugiere que tengo que vivir en una continua incomodidad con mi persona siempre y cuando este expuesto, incapaz de liberar la esencia verdadera que hay en mi.

Pero al igual que algo que está tan profundamente arraigado en uno, casi fusionado con uno, no se erradica de forma fácil, porque tu mismo cuerpo acostumbrado a ello se va aliar en contra de ti para mantener una falsa sensación de auto-protección, por supuesto que es absolutamente ficticia.