Forever Watsky
Corría marzo del 2014 unos 5 años atrás, y de alguna manera escuchar Watsky me cambiaría sin apenas ser yo consciente de ello.
En mi primer viaje serio con amigos, les di el coñazo a mis amigos de entonces poniendo sloppy seconds, the moral of the story, y muchos temazos más, 6 horas de viaje en las que todos estaban bastante conformes con la música que había traído.
Cuando llegue a Madrid, entre varias cosas me di cuenta que no quería seguir viviendo en mi pequeña ciudad y que me había enamorado.
Actualmente de todo aquello no queda nada, ni mi pareja, ni Madrid, ni aquellos amigos que me acompañaron en el viaje. Nada, pero sigo escuchando a Watsky lo he seguido escuchando todos estos años y esta tarde en mi día libre iré solo a su concierto en una ciudad que no es mi hogar aunque siendo sinceros de algún modo empieza a serlo.
Todo lo que me parecía glorioso en aquel momento, lo he tenido de algún modo u otro y sin embargo actualmente me parece una ruina y perdida de tiempo.
Y aunque cosas esenciales permanecen estoy seguro que si mi yo de hace 5 años me viera ahora se quedaría un poco desdoblado, supongo que no era hasta aquí a donde me dirigía.
Todos los planes y posesiones que planeaba se esfumaron dando paso una visión más sencilla de mi mismo, en la que todo lo que tengo cabe en una maleta mediana, y eso me hace libre.
Si tuviera que explicarme que virtudes son útiles a esa persona temblorosa de hace 4 años, le diría que la independencia, la libertad y la adaptación son la clave, lo demás viene y va como las olas en el océano. Y en este océano, te puedes encontrar una perla en la orilla como una montaña de basura, pero recuerda, nada te pertenece, le pertenece al océano, y ni las perlas ni la basura dan de comer. Así que sé espabilado y busca algo que te alimente el cuerpo y el alma.
Personalmente el cuerpo lo alimento con comida que consigo trabajando bastante duro, y el alma me la alimentan cosas como ir a ver a Watsky hoy. Así que sí, estoy bien gracias.
En mi primer viaje serio con amigos, les di el coñazo a mis amigos de entonces poniendo sloppy seconds, the moral of the story, y muchos temazos más, 6 horas de viaje en las que todos estaban bastante conformes con la música que había traído.
Cuando llegue a Madrid, entre varias cosas me di cuenta que no quería seguir viviendo en mi pequeña ciudad y que me había enamorado.
Actualmente de todo aquello no queda nada, ni mi pareja, ni Madrid, ni aquellos amigos que me acompañaron en el viaje. Nada, pero sigo escuchando a Watsky lo he seguido escuchando todos estos años y esta tarde en mi día libre iré solo a su concierto en una ciudad que no es mi hogar aunque siendo sinceros de algún modo empieza a serlo.
Todo lo que me parecía glorioso en aquel momento, lo he tenido de algún modo u otro y sin embargo actualmente me parece una ruina y perdida de tiempo.
Y aunque cosas esenciales permanecen estoy seguro que si mi yo de hace 5 años me viera ahora se quedaría un poco desdoblado, supongo que no era hasta aquí a donde me dirigía.
Todos los planes y posesiones que planeaba se esfumaron dando paso una visión más sencilla de mi mismo, en la que todo lo que tengo cabe en una maleta mediana, y eso me hace libre.
Si tuviera que explicarme que virtudes son útiles a esa persona temblorosa de hace 4 años, le diría que la independencia, la libertad y la adaptación son la clave, lo demás viene y va como las olas en el océano. Y en este océano, te puedes encontrar una perla en la orilla como una montaña de basura, pero recuerda, nada te pertenece, le pertenece al océano, y ni las perlas ni la basura dan de comer. Así que sé espabilado y busca algo que te alimente el cuerpo y el alma.
Personalmente el cuerpo lo alimento con comida que consigo trabajando bastante duro, y el alma me la alimentan cosas como ir a ver a Watsky hoy. Así que sí, estoy bien gracias.
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