Noqueado

 Jugando al escapismo, hoy no soporto mi mente, demasiado ruido, mi pecho está enmarañado.

Estoy se me hace pesado respirar, mantener conversaciones, pero no puedo estar a solas.

Entretenimiento mi mente, teniéndola ocupada creo que puedo huir, pero hoy mis artimañas no funcionan.

 Estoy a solas enfrente de todo lo que he construido y no veo nada más que ruinas.

Y no sé cómo arreglarlo, no puedo arreglarme, no creo a nadie y no confío en nada, no confío en mi ni en mi destino, si alguna vez hubo uno.

Nadie tiene puras intenciones, solo veo el veneno al final de la taza de café que me bebí.

No sé qué quiero, los cigarrillos no me calman solo me queman la garganta y siento que duele, en un estado alterado.

Ataques de pánico que se asoman, es mejor destruirlo que ser destruido, pero lo que nadie me dijo es cada vez que huyó, me alejo de mi, dejando entrar energías que me agitan y agotan, nunca escojo bien, y soy responsable por ello.

No veo a nadie a quien culpar salvo a mi.

Estoy asustado, estoy agotado, estoy apagado, mi llama se empequeñece y nada de lo que solía avivarla la reanima.

 Que me está pasando, si esto es el final, supongo que estoy de acuerdo.

La vida es una constante pelea, y yo estoy noqueado en el suelo.

Ya no queda nada por lo que levantarse sabiendo que en el momento que me alce recibiré otro golpe.

La pelea nunca termina.