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Quien me conoce sabe que estoy muy en desacuerdo a la forma en la que se gestionan los trabajos actuales, sobre todo los de las grandes empresas, lo que ellos llaman liderazgo a mi me resulta más bien tiranía o la política de exprimir al trabajador hasta sus último aliento con exigencias de perfección desmesurada, no es suficiente que te drenen cinco de días de tus siete si no que necesitas dejarte la puta piel en algo sin ningún significado vital más allá de lo comercial.

El drenaje de almas es tan masivo que acabas creyendo en esos trabajos que eres una basura inútil, sinceramente yo intento hacer lo mío y pasar desapercibido para sobrevivir y llegar a fin de mes, pero hace unas semanas empezó la cantinela conmigo, que si trabajaba muy despacio, que tenía que ser más rápido, y se empezó a cuchichear sobre mi aparente lentitud como si tuviera la puta lepra, desde mi más profundo ser se cuando me la rasco a dos manos y últimamente no sentía que fuera así, llevo dos meses en este nuevo trabajo y oye no es que considere en un maestro pero me defiendo correctamente.

Estos comentarios, hicieron que estuviera jodidamente enfadado con el mundo estos últimos tres días, tenso y en general de mal genio. Después de estar con el monotema en mi mente hasta el punto de que ya me aburriría me mi mismo, me paré por un segundo y pensé, lento, lento de que, soy una persona jodidamente rápida dibujando, pensando y en otras cosas, aquella mierda iba deja que me definiría como siempre me pasaba con las opiniones ajenas, joder es verdad que uno se define a si mismo y nadie debería decirte lo que eres o lo que no.

Todos esos comentarios negativos, que has dejado que te definan destruyelos, es la única forma de continuar sin perder la fé en ti.