A donde los poetas van a morir

Sonrojado. Bailando con las palabras de su mente,
con paso que tenía un pincelada de impresionista
ligeramente alzado hacia al sol,
un rayo reflejado en sus gafas de sol
como un foco, presenta una estrella.

Caminante y vacilante, el más virtuoso de los virtuosos,
poeta, pintor, escritor, escultor, político, filosofo y músico
no había musa que rechazará los encantos de este hombre
todas le ofrecían su bendición
y suaves besos como el algodón.

Pero había algo centelleante dentro de sí,
un rayo que se convierte en incendio
Algo complejo como el engranaje de un reloj
No todos pueden hacerlo funcionar,
¿Acaso el tiempo se puede atrapar?

Los dioses le dieron cada uno de las virtudes del hombre romántico
condenado lo al olvido.
Un genio que pasa desapercibido
Una madre con alzheimer que no recuerda quien eres

Acaso existe una maldición mayor que cada paso
fluya hacía el olvido
toda acción que no produce reacción
cayendo en un basurero antes de haber sido probado.
Dentro del pálido hombre ahogado.

Si vas más rápido que la luz
¿Quien puede verte pasar?
Condenado a creer que las musas le dan la espalda
cuando suspiran por él
Nunca es suficiente bueno
¿Esta maldito?

El poeta no quiere volver.
Abandonado, frustrado
La rabia en el papel, la roca transformada en arma
Las palabras son llantos y las notas suplicas de auxilio.
¿ A donde van los poetas a morir?