Sobre el amor.

Puede que esto muera en el olvido, al igual que algún viejo silencioso muere olvidado en esta ciudad.
Pero mientras tenga algo que contar aquí estoy, vuestro poeta romántico maldito favorito, ha vuelto.

He estado fuera de combate quizá porque no he tenido mucho que decir, o quizá aún no tenía la forma adecuada para que saliera de mi cabeza y se plasmara aquí.
Aunque sé que apenas me leéis tres personas  ( sé quienes sois y os quiero), no soy tan insensible de escribir una serie de anotaciones sin sentido y contenido porque sí.

Hoy como bien sabéis todo aquel tenga un calendario a mano o el dichoso teléfono, es San Valentín, el día de los enamorados. Y aunque uno quiera vivir ajeno las redes sociales nos recuerdan el tópico del día sí o sí.

He visto muchos posicionamientos a lo largo del día, desde gente soltera enfadada con el mundo, parejas en plan empalague, gente que se cree por encima del bien o del mal, diciendo tal cual que se creen por encima del bien y del mal, gente que aprovecha para sacar algún contexto político, alguna reflexión todos tienen algo que decir, aunque sea decir que no tienen nada que decir.

Y yo con lo bocazas que soy, también.
Aparte de todo lo que conlleva este día, si regalos, si recordar a los solteros que están solteros. Me gustaría ponerme serio, acomodarme en el sillón, sacarme un cigarrillo mentolado y sacar la esencia de lo que yo veo aquí, el amor.

El amor, la sensación que más me incomoda y fascina del mundo, incluso más que la muerte, cuando pienso en ello, pienso en mi pequeña gata, el día que le arrancaron un cacho de oreja y la sostuve en brazos, y veía que se calmaba lentamente al saber que yo la abrazaba con fuerza.
Ese cuerpo diminuto en brazos, mirándome con dulzura y tranquilidad, ( pese a que había perdido un cacho de oreja)

Y ahora diréis eh para, para, eso es todo lo que tienes que decir del amor, hablarnos de tu gato, que cojones!, cerrar pestaña. Hasta luego.

Por supuesto que no, pero me sorprende la infinidad de formas que tiene el amor, incluso con un ser con el no comparto idioma, ni forma. Y sin embargo a veces se me hace más directo y menos enrevesado que cualquier contacto amoroso con los de mi especie. Creo que en esos momentos es cuando comunicarse lo jode todo.

Yo he amado mucho, aún lo hago, es algo que practico de alguna manera. Y no se me da bien, a veces no queremos de forma sana, y entonces todo se tuerce, pero creo que ahí es cuando entra e njuego el miedo, el miedo de cualquier tipo y todo se va a la mierda.

Ya sé que sonará a tópico, pero el amor no conoce al miedo, y lo sé porque mis gatos son imprevisibles y sabía que en un momento de tensión como esa pelea su reacción sería huir asustada y rajarme la cara por el camino o los brazos intentando huir, no porque me odie o quiera hacerme daño pero son sus instintos de protección, y sin embargo quería protegerla porque en brazos se que el otro gato no se atrevería a volver a atacarla, porque quería decirle que yo estaba ahí y que no estaba sola, y que yo como humano me se algunas cosas para que ese indeseable no se vuelva acercar a ella, como llevármela a un lugar donde no pueda entrar ese granuja.

Mierda ya estoy hablando de mi gata nuevamente, no lo puede evitar, me sugiere amor de lo más puro.

Vale, ya capto el mensaje. En fin me hace gracia de algún modo que el amor esa cosa tan antigua e universal que lleva ahí desde siempre, en estos tiempos tan modernos se nos ha atragantado pero bien, la gente lo desea pero le asusta, se le impones condiciones constantes y estamos hechos un puto caos.

A ver que pasa.
Eso es todo por hoy.



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