Ultracheese
Antes no era tan difícil
serán las nuevas costumbres
o que el resplandor nos cegó.
rayos láser apuntando al sol
déjame morir.
Esas películas en blanco y negro son mi único consuelo
un amor reflectante, que vivo en tercera persona
mero espectador.
Todos aplauden cuando yo me voy
Suspiro nuevamente, reflejo de una engañosa frustración
quizá un vermú me haría sentir mejor
de todo aquello que deje ir y que ya no soy
Pero nadie puede culparme por no intentarlo
cuantas veces, volví la vista buscándote en la multitud
disculpe señor, no le he dicho que una vez estuve enamorado
y me bebí me orgullo en una dosis de dos compartimientos
directos a la luna.
Leo el periódico y se juntan las letras formando tu nombre
no, amigo mío, no es un gesto romántico
es el dedo que me señala
recordándome que el mundo no lo es suficiente cruel
si, ya lo sé
sueno como una vieja canción
atascada en la gramola
convulsionando una tristeza
empolvada con polillas que bailan cabaret a mi alrededor
recordándome que todavía no sé vivir
Pero sabes qué
El amor no puede dejar de ser quien es
Y puede que esto no te suene a manifiesto
Pero yo soy esa molesta discordante nota
ese caballo perdedor
victima del amor
aburrido al final de la copa
con extraño y sombrío sabor
que se ahoga en el desierto
Ese imbécil colocado de gloria prestada
que vive alquilando su corazón por horas
prostituta barata del cariño de los demás
viaje al centro de la nada
para recuperar un amor propio
más transparente que el cielo.
serán las nuevas costumbres
o que el resplandor nos cegó.
rayos láser apuntando al sol
déjame morir.
Esas películas en blanco y negro son mi único consuelo
un amor reflectante, que vivo en tercera persona
mero espectador.
Todos aplauden cuando yo me voy
Suspiro nuevamente, reflejo de una engañosa frustración
quizá un vermú me haría sentir mejor
de todo aquello que deje ir y que ya no soy
Pero nadie puede culparme por no intentarlo
cuantas veces, volví la vista buscándote en la multitud
disculpe señor, no le he dicho que una vez estuve enamorado
y me bebí me orgullo en una dosis de dos compartimientos
directos a la luna.
Leo el periódico y se juntan las letras formando tu nombre
no, amigo mío, no es un gesto romántico
es el dedo que me señala
recordándome que el mundo no lo es suficiente cruel
si, ya lo sé
sueno como una vieja canción
atascada en la gramola
convulsionando una tristeza
empolvada con polillas que bailan cabaret a mi alrededor
recordándome que todavía no sé vivir
Pero sabes qué
El amor no puede dejar de ser quien es
Y puede que esto no te suene a manifiesto
Pero yo soy esa molesta discordante nota
ese caballo perdedor
victima del amor
aburrido al final de la copa
con extraño y sombrío sabor
que se ahoga en el desierto
Ese imbécil colocado de gloria prestada
que vive alquilando su corazón por horas
prostituta barata del cariño de los demás
viaje al centro de la nada
para recuperar un amor propio
más transparente que el cielo.
Comentarios
Publicar un comentario