Fachadas

Asomándose entre las fachadas, con aquellos colores pasteles, y esas paredes desconchadas que perdían la pintura dejando unas grietas que parecían detalles en acuarela, entre estrechas y antiguas calles.

Imposible de reconocer, perdido en una ciudad que no murmulla tu nombre.
Libre de sentirte el dueño de la nada
Jugando a ser quien quieras ser, cobijado en aquella silenciosa catedral.
Todos sabían que nunca volverías, era imposible que en aquel lugar que un día llamaste hogar, pudiesen entender lo que había sucedido.

La gente cree que lo peor que puede pasar, es la muerte, la humillación de la carne, la perdida del amor o un ser amado, la soledad.
Pero sólo tú bajo aquella soleada tarde de julio sabías que hay torturas mucho peores, castigos que son eternos, el cuerpo solo es un instrumento, herir un alma abre una brecha mucho más compleja de entender, que destrozar un cuerpo.

Mascullante observando el mar, en el fondo sabías que no es que temieras que te descubrieran, ya que la verdad nos hace libres, si no que en realizar jamás nadie lo iba a saber excepto tú, y aquello con los años, sería lo único que te representaría como ser.

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