ACTO 3

Infierno en vida.

Me tumbe en cama aún con las nauseas bailando alredor de mi, y me puse el álbum que escucho cuando realmente estoy hundido.
Cuando estoy realmente saturado escucho indie rock alternativo que suena como el llanto de un cervatillo asustado.


Sólo recuerdo haberle enseñado este álbum a una persona en toda mi vida, cada canción es tan personal que me cuesta compartirlo como una recomendación habitual.

También recuerdo que esa persona fue una total decepción para mi, y completamente indigno para este álbum.

No podía decir que todos me decepcionaran actualmente me siento bastante querido por la gente que me rodea, y el amor me genera incomodidad, hoy mi nuevo compañero de piso con el que compartí una charla en el jardín y un domingo de turismo en la ciudad vino todo cuidadoso llamando a mi puerta con una sopa de tomate porque sabía que estaba enfermo.

Me pareció tan adorable el gesto que me hizo sentir mal. Me hace sentir mal que la gente se preocupe por mi, a mi no me importa preocuparme por los demás pero que lo demás lo hagan por mi aún me hace sentir incomodo. Es cierto que hace un tiempo que he dejado atrás el discurso de que no merezco que me quieran porque soy basura, creo que todos nos merecemos algo de amor, pero estoy tan acostumbrado a esperar NADA o lo peor que cuando la gente tiene bonitos gestos me pilla un tanto descolocado.
Supongo que en el fondo aún quedan restos de esos pensamientos negativos hacía mi mismo en mi subconsciente y son difícil de quitar.

Una de mis canciones favoritas de ese álbum triste y perturbador es OUT OF MANA. Y aunque la letra la cual es fantástica y muy poética no haga referencia al titulo, yo siempre pienso en cuando jugaba hace muchos años a estos juegos de cartas frikis arrastrado por uno de mis mejores amigos, para usar las cartas tenías que tener maná que es algo así como energía que se representaba por tierras, por ejemplo si tenias el mazo verde eran bosques si tenias el mazo amarillo eran desiertos, el negro pantanos y así respectivamente, fuera de maná me sentía ahora yo, completamente aplacado sin poder usar mis mejores cartas porque me faltaba la base esencial.

Pero como el solo de guitarra de 137, otra de mis canciones favoritas, me imaginaba el despertar más grandioso después del proceso más difícil de mi vida, un renacer en toda regla.
Mas fuerte y grandioso que nunca.

No me sentía mal por lo que iba a pasar.
Cuando se trata de supervivencia es difícil sentirse mal.

Tanto me había endurecido?
Lo peor de todo eran las nauseas.


Comentarios

Entradas populares