EL ACTO ANTES DEL ACTO FINAL

No sé si se le puede asignar otro nombre técnico, pero este es el penúltimo acto.
Y creo que tengo miedo, hacía mucho tiempo que no sentía miedo, pero estoy bastante paralizado ante la perspectiva.
Supongo que me asusta todo lo que venga después de mañana, aunque se suponga que mañana saque mi billete a la " normalidad" pero teniendo un momento para ser brutalmente honesto, que implica volver a esa normalidad.
Sabía perfectamente que implicaba, actualmente me encontraba en una situación completamente indeseada, casi una pesadilla, en la que toda mi normalidad se tambaleada entre una cruel broma y algo irreal, pero ya nada era tan importante como salir de esta.

Y eso había dejado una marca en mi, que tan importante era esa normalidad para mi?, porque me molestaba en mantener algo que me hacía miserable, era eso miedo?. todo se tambaleaba en una cuerda floja, y me había arrastrado hasta la meta, intentando salir de esta como había podido, sin apenas derrumbarme, pero como si pudiera ver el futuro veía que mi torre se derrumbaría después, justo después de lo que iba a hacer y me percatase que había vuelto a la realidad que odio.

Después del sacrificio tan grande que iba a hacer por mi propio bien sería para recuperar la esclavitud a la que veía condenado, una vida taciturna, ahogando todo en un agujero que se hacía más grande.
Pero no, no déjame ser sincero, eso no era el problema, era aquel sitio, en el que durante horas perdía mi alma, que agotaba mi mente y mi alma, era como ver dos animales constantemente despedazándose y la gente riendo y lanzando billetes, en mi mente el lugar en el que trabaja me sugería eso, muy rara vez era tratado con respeto por los clientes, aquel ambiente rallaba el mal gusto sin necesidad de ser así, no trabajo en un sitio ilegal o con gente de mala calaña, supongo que eso era lo que más que chocaba.
Esa gente no tenía ningún motivo para abusar así pero lo hacían y te volvías retorcido y estaban en constante estado de defensa, y tu alma se resecaba como una uva, pero no solo eso las exigencias el estrés la presión a la que estamos todos sometidos a cambio de un salario mínimo, ninguna posibilidad de salir de la ratonera además de las constantes falsas promesas, y por supuesto la sensación de inutilidad constante, porque nunca era suficiente. demandas imposibles, y una vida dedicada por y para eso, sin la posibilidad de apostar en ti.

No.

No podía volver a ese agujero, sintiendo que mi vida no valía nada.
El trabajar para vivir no debía demandar tanto, como dejar tu propia vida en ello.

No.

Si volviera a ese agujero, intentando parchear mi heridas, con bienes materiales, alcohol, tabaco relaciones tóxicas y fiestas que estaría haciendo con este sacrificio.
No podía deshonrar esto, no podía seguir fallando me así.

Me calme por unos segundos y cerré los ojos, sería la última que estaríamos juntos, no podía permitir que no valiera la pena.

Quería formar parte de crear un mundo mejor no que el mundo me acabara corrompiendo y convirtiendo en su propio producto de ser humano insatisfecho cargado de ira y deshumanizado.






Comentarios

Entradas populares