El artista del Mercadona
Que idílico, lo cuervos graznando y yo aquí viendo como las pocas horas de luz de la tarde se disipaban ante mi cara.
Lo de los cuervos no lo he sacado de un relato de terror para meteros en ambiente, aquí en donde yo vivo hay cuervos que se posan en las cosechas con sus mantos negros y su pinta siniestra, trayendo como no noticias negras.
De donde soy, la gente es bastante oscura, mal tiempo, supersticiones, muerte y tratos con el más allá.
Los bosques de aquí son oscuros, densos y para nada amigables.
A veces cuando paseo por ellos fantaseo con encontrarme algún ser mitológico y retorcido que me ofrezca algo, algo oscuro y terrible a cambio de dejar una vida miserable.
Al contrario que Fausto yo si me dejaría tentar, pues como artista maldito, mi maldición no es otra que vivir condenado a una vida vacía, trabajando en algún Mercadona, sintiendo que nunca todo aquello que tenía que decir broto de mi al igual que el naranjo que plantamos hace unos años que muero congelado antes de dar fruto.
Lo de los cuervos no lo he sacado de un relato de terror para meteros en ambiente, aquí en donde yo vivo hay cuervos que se posan en las cosechas con sus mantos negros y su pinta siniestra, trayendo como no noticias negras.
De donde soy, la gente es bastante oscura, mal tiempo, supersticiones, muerte y tratos con el más allá.
Los bosques de aquí son oscuros, densos y para nada amigables.
A veces cuando paseo por ellos fantaseo con encontrarme algún ser mitológico y retorcido que me ofrezca algo, algo oscuro y terrible a cambio de dejar una vida miserable.
Al contrario que Fausto yo si me dejaría tentar, pues como artista maldito, mi maldición no es otra que vivir condenado a una vida vacía, trabajando en algún Mercadona, sintiendo que nunca todo aquello que tenía que decir broto de mi al igual que el naranjo que plantamos hace unos años que muero congelado antes de dar fruto.
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