Huésped
Te ahogas en el presente.
Te obsesionas con el futuro.
Idolatras el pasado.
Entonces empecé a notar aquella sombra, que empezaba a estar presente sin que nadie la hubiera invitado.
Me había acompañado un par de años atrás, hasta el punto de hacernos inseparables, fue difícil echarla pues por mucho que le pedía que se fuera, ella por cuenta propia jamás se iría, yo era su huésped y sin mi, no existía, yo la alimente aquellos años le reforzaba con mis pensamientos auto destructivos. Y ella se hacía cada vez más fuerte, tanto que empezó a consumirme, no sólo mentalmente si no físicamente, mi cuerpo se volvió frágil y huesudo.
A veces me pregunto si es que me quería llevar a su reino, más allá del río. Otra veces creo que su gula y sed la hacían destrozar cada huésped que habitaba, era como esos vampiros que se pasaban bebiendo sangre y mataban a la victima. Quizá no le importaba alimentarse hasta matarme.
Lo volví a ver asomar después de tanto tiempo, todo empezaba con apatía. cada vez era más difícil hacer nada, no me apetecía, me pasaba mucho tiempo, no haciendo nada o recriminándome cosas, sabía que había cosas que debía cambiar o hacer pero no lo veía productivo, no creía que nada realmente mereciera ningún tipo de esfuerzo.
Me pasaba el día entreteniendo mi mente, viendo películas que me hicieran olvidar mi vida, como refugio a todo aquello a lo que no iba a enfrentarme.
Leía mucho y llenaba mi mente de otros problemas que no fueran los míos.
Otros acertijos que resolver de otras épocas, me rodeaba de escritores muertos, actores que vivían otras vidas que jamás se cruzarían con la mía, esos eran mis amigos.
Apenas quería ver a mis amigos presentes, los que estaban aquí, me esforzaba por ir a visitarlos, pero no me apetecía, me vestía y en el último momento algo se rompía dentro de mi y deseaba quedarme viendo series.
Esa era su introducción, era ella que volvía a por mi sutilmente, recordar dome que una vez fui suyo.
Tenía que hacer algo, así que cogí la gabardina y salí a la calle, a buscar no se lo que, a buscar a no se quien.
Pero ella no iba a volver a por mí. No esta vez.
Te obsesionas con el futuro.
Idolatras el pasado.
Entonces empecé a notar aquella sombra, que empezaba a estar presente sin que nadie la hubiera invitado.
Me había acompañado un par de años atrás, hasta el punto de hacernos inseparables, fue difícil echarla pues por mucho que le pedía que se fuera, ella por cuenta propia jamás se iría, yo era su huésped y sin mi, no existía, yo la alimente aquellos años le reforzaba con mis pensamientos auto destructivos. Y ella se hacía cada vez más fuerte, tanto que empezó a consumirme, no sólo mentalmente si no físicamente, mi cuerpo se volvió frágil y huesudo.
A veces me pregunto si es que me quería llevar a su reino, más allá del río. Otra veces creo que su gula y sed la hacían destrozar cada huésped que habitaba, era como esos vampiros que se pasaban bebiendo sangre y mataban a la victima. Quizá no le importaba alimentarse hasta matarme.
Lo volví a ver asomar después de tanto tiempo, todo empezaba con apatía. cada vez era más difícil hacer nada, no me apetecía, me pasaba mucho tiempo, no haciendo nada o recriminándome cosas, sabía que había cosas que debía cambiar o hacer pero no lo veía productivo, no creía que nada realmente mereciera ningún tipo de esfuerzo.
Me pasaba el día entreteniendo mi mente, viendo películas que me hicieran olvidar mi vida, como refugio a todo aquello a lo que no iba a enfrentarme.
Leía mucho y llenaba mi mente de otros problemas que no fueran los míos.
Otros acertijos que resolver de otras épocas, me rodeaba de escritores muertos, actores que vivían otras vidas que jamás se cruzarían con la mía, esos eran mis amigos.
Apenas quería ver a mis amigos presentes, los que estaban aquí, me esforzaba por ir a visitarlos, pero no me apetecía, me vestía y en el último momento algo se rompía dentro de mi y deseaba quedarme viendo series.
Esa era su introducción, era ella que volvía a por mi sutilmente, recordar dome que una vez fui suyo.
Tenía que hacer algo, así que cogí la gabardina y salí a la calle, a buscar no se lo que, a buscar a no se quien.
Pero ella no iba a volver a por mí. No esta vez.
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