Simplemente ser
Ante todo quería pedir disculpas a mis dos lectores, por mi absoluta falta de sinceridad en mis escritos últimamente.
Hace unas semanas empecé a ser consciente de que lo que escribía no se quedaba en una conversación entre yo mismo y la pantalla.
Entonces, de alguna manera empecé a cohibirme, me ensombrecí y en mi cola de entrada del blog se empezaron a apilar borradores de publicaciones empezadas y que quedaron completamente a medias, y no os imagináis lo que me irrita eso.
Y sabía que algo pasaba quizá desde que había vuelto, la inspiración se había visto forzada a huir o quien sabe, pero en el fondo esos pensamientos me planteaba cada vez que escribía que pasaría si lo leyera gente que no quiero, y si algún familiar desafortunado topara esto, no es que insulte a nadie gravemente, pero a veces abro mis dos preciosas mitades de materia gris aquí y las enseño y, madre mía!, ser vulnerable no se me da bien.
Y eso que podría ser embajador de la vulnerabilidad de forma inconsciente, en el colegio era famoso por llorar delante de todos con una asiduidad sorprendente, también tengo un don para decir lo que pienso sin depurar con una maravillosa facilidad, o exponer mis sentimientos a la gente que me gusta de forma rocambolesca y barroca.
Sin embargo siempre ha sido de forma inconsciente como bocanadas de aire de lo que soy frente a lo que me gustaría ser, os juro que llorar delante de todos mientas intentas contenerse con todas tus fuertes los lagrimones y fracasar no es un viaje al paraíso es una humillante y humana derrota.
La mayoría de la gente cuando mostraba un atisbo de mi se mostraba reacia y le resultaba violento, así que mis mierdas me las guardo para mi, como esos hombres que se visten de mujer por la noche mientras por el día son un abogado de éxito.
Sin embargo nunca he podido guardar el secreto mucho tiempo, con el paso de los años me cuesta mas, a veces canto por la calle o hago gestos de que toco la guitarra sin ser consciente de que estoy en el metro rodeado de gente, pero realmente es cuando más me gusto, cuando estoy haciendo gestos estúpidos todo el día, o me agito en mi cuarto bailando de forma realmente embarazosa.
A veces pienso que sería maravilloso ser, simplemente ser.
Sabiendo que la mitad de todas vuestras vidas incluida la mía son momentos que jamas compartiríais en vuestros instagrams por lo embarazoso.
Hace unas semanas empecé a ser consciente de que lo que escribía no se quedaba en una conversación entre yo mismo y la pantalla.
Entonces, de alguna manera empecé a cohibirme, me ensombrecí y en mi cola de entrada del blog se empezaron a apilar borradores de publicaciones empezadas y que quedaron completamente a medias, y no os imagináis lo que me irrita eso.
Y sabía que algo pasaba quizá desde que había vuelto, la inspiración se había visto forzada a huir o quien sabe, pero en el fondo esos pensamientos me planteaba cada vez que escribía que pasaría si lo leyera gente que no quiero, y si algún familiar desafortunado topara esto, no es que insulte a nadie gravemente, pero a veces abro mis dos preciosas mitades de materia gris aquí y las enseño y, madre mía!, ser vulnerable no se me da bien.
Y eso que podría ser embajador de la vulnerabilidad de forma inconsciente, en el colegio era famoso por llorar delante de todos con una asiduidad sorprendente, también tengo un don para decir lo que pienso sin depurar con una maravillosa facilidad, o exponer mis sentimientos a la gente que me gusta de forma rocambolesca y barroca.
Sin embargo siempre ha sido de forma inconsciente como bocanadas de aire de lo que soy frente a lo que me gustaría ser, os juro que llorar delante de todos mientas intentas contenerse con todas tus fuertes los lagrimones y fracasar no es un viaje al paraíso es una humillante y humana derrota.
La mayoría de la gente cuando mostraba un atisbo de mi se mostraba reacia y le resultaba violento, así que mis mierdas me las guardo para mi, como esos hombres que se visten de mujer por la noche mientras por el día son un abogado de éxito.
Sin embargo nunca he podido guardar el secreto mucho tiempo, con el paso de los años me cuesta mas, a veces canto por la calle o hago gestos de que toco la guitarra sin ser consciente de que estoy en el metro rodeado de gente, pero realmente es cuando más me gusto, cuando estoy haciendo gestos estúpidos todo el día, o me agito en mi cuarto bailando de forma realmente embarazosa.
A veces pienso que sería maravilloso ser, simplemente ser.
Sabiendo que la mitad de todas vuestras vidas incluida la mía son momentos que jamas compartiríais en vuestros instagrams por lo embarazoso.
Comentarios
Publicar un comentario