No tienes el valor

Me enfade con el obstáculo por estar allí en el medio plantado,
me cabreaba pensar en porque no se apartada y la de cosas que podría hacer si se quitara del medio.

Fallo mío, enfadarse con algo por ser lo que es.
Que estupidez, no podía ser más necio.

Entonces empezaban los reproches, las exigencias, las culpas.
Era esta ciudad, era esta gente, era ese obstáculo, era ese coche mal aparcado, esos locales aburridos, esa música tan mala, lo caro que estaba el trasporte, esa señora maleducada que no apartada, era mi amigo que no me entendía.
Todos menos yo, todo menos yo.
Era mi timidez, era mi terquedad, eran las chicas que eran como eran, la mentalidad, el miedo.

Todos menos yo.
Todo menos yo.

Y podría pasarme así toda la noche.
Para simplemente demostrar que no podía presentar una visión más equivocada de la situación y forma más poco producente de regar todo con mis frustraciones.
Ellos simplemente eran, y era injusto que dejara que eso me frenara en mi forma de ser.
acaso todo aquello no eran más que excusas para justificar que no estaba siendo quien quería ser, porque no tenía el valor.




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